Julien Berthier, artista parisino, construyó un barco con una singular apariencia: la de estar hundiéndose. Para su creación tomó un yate abandonado de 6,5 metros y lo partió en la mitad, quedando así en un ángulo de 45 grados.
“Love, love es la imagen permanente y móvil de un barco naufragado que se ha convertido en un objeto de ocio seguro y funcional”, dijo el creador en su página oficial.
Esta pieza artística fue exhibida en el Río Támesis (Inglaterra) el pasado 19 de octubre.“Siempre he pensado que se trata de una pieza optimista porque en realidad nunca se hunde”, comentó Caroline Jones, curadora de la obra.
“Love, love es la imagen permanente y móvil de un barco naufragado que se ha convertido en un objeto de ocio seguro y funcional”, dijo el creador en su página oficial.
Esta pieza artística fue exhibida en el Río Támesis (Inglaterra) el pasado 19 de octubre.“Siempre he pensado que se trata de una pieza optimista porque en realidad nunca se hunde”, comentó Caroline Jones, curadora de la obra.
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