Aún no se sabe si el aparato es realmente útil, pero ya ha llamado la atención de los medios británicos por lo extravagante. Se trata de una curiosa cabina con un inodoro en su interior, a la que se le ha adaptado nada más y nada menos que un motor de avión Boeing.
La velocidad a la que puede llegar este aparato es de 110 km/h en condiciones normales, detalla Paul Sender, su creador.
En la etapa de pruebas llamó la atención las lenguas de fuego que expulsaba el aparato. No era para menos, esta podían alcanzar los 6 metros sin problemas.
¿Y cuánto le costó esta creación a Paul? 5 mil libras esterlinas, un aproximado de 7.500 dólares.
La velocidad a la que puede llegar este aparato es de 110 km/h en condiciones normales, detalla Paul Sender, su creador.
En la etapa de pruebas llamó la atención las lenguas de fuego que expulsaba el aparato. No era para menos, esta podían alcanzar los 6 metros sin problemas.
¿Y cuánto le costó esta creación a Paul? 5 mil libras esterlinas, un aproximado de 7.500 dólares.
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