Quizá el punto más emocionante del discurso pronunciado esta mañana en Estocolmo por el Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, llegó cuando se quebró anímicamente al hablar de su relación de 45 años con su esposa, Patricia.
A Vargas Llosa se le quiebra la voz al hablar de ella: “El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable, con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años y todavía soporta las manías, neurosis y rabietas que me ayudan a escribir”.
“Sin ella, mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo y Morgana y los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia“, mencionó bastante conmovido.
“Es tan generosa que hasta cuando cree que me riñe me hace el mejor de los elogios: *Mario, para lo único que tú sirves es para escribir*”, bromeó para acabar esta parte de su discurso.
A Vargas Llosa se le quiebra la voz al hablar de ella: “El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable, con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años y todavía soporta las manías, neurosis y rabietas que me ayudan a escribir”.
“Sin ella, mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo y Morgana y los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia“, mencionó bastante conmovido.
“Es tan generosa que hasta cuando cree que me riñe me hace el mejor de los elogios: *Mario, para lo único que tú sirves es para escribir*”, bromeó para acabar esta parte de su discurso.
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