La fiebre por la boda real parece no tener límites. A dos días del matrimonio, un inglés no tuvo mejor idea para celebrar la ceremonia que tatuarse los rostros del príncipe Guillermo y Kate Middleton. No lo hizo en la piel, sino en los dientes.
Barmy Baz Franks, de 29 años, pasó seis horas en la silla de un dentista para lograr su propósito. “Me encanta la familia real y esta es mi manera de apoyar el gran día”, dijo el sujeto a la agencia SWNS Reporter.
El tatuaje solo durará unos 3 meses. Para el dentista que hizo el trabajo, Neil Gerrard, fue el trabajo más raro que haya hecho.
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