Buenos Aires (EFE). Seguidores y familiares de Gustavo Cerati esperan un milagro para que el músico argentino se recupere del accidente cerebrovascular que sufrió en Caracas el 15 de mayo de 2010, al finalizar un concierto.
La madre del músico, Lilian Clark, de 80 años, quien visita a diario a su hijo, a quien lee las cartas que le dejan sus seguidores, aseguró también que el músico responde a ciertos estímulos.
“Hay una cantidad de cositas que quizás son pequeñas para el año que ha transcurrido, pero que a nosotros nos abren una puertita. Hay luz en esa puerta, y creo que nos va a llevar al camino que queremos. Gustavo va a salir”, afirmó.
Clark agradeció a los seguidores de su hijo las cartas y los mensajes de apoyo que dejan en las paredes de la clínica.
“Gustavo está rodeado de mucho amor, y el amor de los fans, que es conmovedor. La verdad es que nunca creí que Gustavo hubiera penetrado de tal manera en tanta gente y en tantos lugares de Latinoamérica. Es una emoción muy grande, y creo que toda esa fuerza que le mandan, dirigida a una misma persona, tiene que tener poder”, aseguró.
FANS SE REÚNEN ESTE DOMINGO
Los fanáticos del ex líder de Soda Stereo se reunirán este domingo, cuando se cumple un año del accidente, en paseos púbicos y teatros de siete grandes ciudades de Argentina, además de “juntadas” en San Juan de Puerto Rico, Bogotá, México, Lima, Santiago de Chile y Guayaquil.
En las redes sociales se han multiplicado por estos días los mensajes de apoyo al artista, que en junio del año pasado fue trasladado de Caracas a la clínica Fleni de Buenos Aires para luego ser ingresado en octubre en la clínica Alcla, también en la capital argentina, donde permanece en estado de coma, asistido por un respirador.
“El universo está conspirando para que regreses muy pronto. Cada día tu gran “fuerza natural” la sentimos. Te amamos”, escribió uno de sus tantos seguidores incondicionales en la red social Twitter.
Otros han convocado “a rezar por el milagro” en una misa para pedir por la salud de Cerati que se celebrará este domingo en la catedral de Buenos Aires.
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