La funeraria Adams, ubicada en la ciudad de Compton, California, brinda un interesante añadido para los que deciden velar los restos de sus seres queridos: colocar el ataúd tras un vidrio transparente al estilo de un auto-servicio.
De esta manera, los visitantes que deseen dar sus respetos al fallecido podrán hacerlo de manera rápida y al paso, sin necesidad de estacionar su carro fuera de la funeraria ni perderlo de vista.
“Es una particularidad que nos diferencia del resto de funerarias”, dijo Scott Adams en declaraciones para Los Angeles Times. “Puedes venir después del trabajo, no necesitas preocuparte por el estacionamiento, puedes firmar el libro de visitas y la familia sabrá que viniste a dar tus respetos”, agregó.
De esta manera, personajes públicos reconocidos y fallecidos con familias numerosas podrán ser visitados con mayor facilidad. Los mayores no tendrán que dejar sus carros e incluso los discapacitados podrán despedir a sus seres queridos sin tener que abandonar sus sillas de ruedas.
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