Los cinco primeros días de febrero de 1985 han dejado grandes recuerdos en muchos peruanos que vieron y escucharon al Papa Juan Pablo II, quien durante ese período visitó por primera vez ocho ciudades de nuestro territorio.
Son muchas personas las que guardan experiencias memorables, incluso plasmadas en fotos. Una de las personas que guarda recuerdos con cariño y admiración de la visita del Papa peregrino a Ayacucho el 3 de febrero del citado año es el por entonces estudiante de secundaria Percy Quispe Misaico, quien así pudo fortalecer su vocación sacerdotal.
“Le gritábamos ‘¡Juan Pablo, amigo, Ayacucho es cristiano!’ y dijo ‘sí, Ayacucho es cristiano, porque está sufriendo como Cristo ha sufrido en la cruz. Y eso ha conmovido a mucha gente y supongo que a mí también, porque estábamos en pleno período de terrorismo”, rememoró el hoy canciller de la Arquidiócesis de Ayacucho y capellán de la parroquia La Magdalena.
Esa visita también es recordada por el periodista Mario Cueto, quien resaltó que Karol Wojtyla, en un mensaje conmovedor, convocó a los terroristas a deponer las armas.
“Eso fue muy significativo. Si bien es cierto, no había una confrontación entre Sendero y la Iglesia propiamente dicha, de todas maneras la Iglesia se había visto afectada por algunos hechos de sangre a sus integrantes, fieles o templos que habían sufrido daños”, indicó.
CARIÑO EN PIURA
En Piura, la alegría por la beatificación del Papa polaco es inmensa. Monseñor José Eguren Anselmi recuerda que cuando la máxima autoridad de la Iglesia visitó se presentó en ciudad norteña, él fue el maestro de ceremonias. Comentó que cuando estaba muy nervioso, el Papa se acercó y le dio palabras de aliento.
“Te encontrabas frente a él como un hijo se encuentra con su padre, como un amigo se encuentra con su amigo. Te creaba inmediatamente un clima de cordialidad, de alegría. Tenía un don de gente que realmente era algo admirable”, sostuvo.
Con motivo de la beatificación, la catedral de Piura ha sido pintada y en su fachada se lucen gigantografías de Juan Pablo II.
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