Puede que no sea la composición más brillante, pero esta fotografía de una cinta de tela escocesa amarrada fue la primera fotografía a color que se tomó hace ya 150 años.
El 17 de mayo de 1861, el fotógrafo inglés Thomas Sutton realizó este experimento como parte de su trabajo para el físico y matemático James Clerk Maxwell (reconocido por su trabajo en campos electromagnéticos) en la universidad King’s College, en Londres.
Para conseguir la toma, Sutton proyectó a través de tres filtros de colores (rojo, azul y verde) tres transparencias de fotografías en blanco y negro, las cuales fueron capturadas a través de filtros similares. El resultado de la superposición de estas proyecciones fue la primera foto a color de la historia.
INFLUENCIA EN LA FOTOGRAFÍA ACTUAL
La técnica de separar una sola imagen en tres fotos en blanco y negro tras pasar por filtros de colores fue tan innovadora y efectiva que hasta ahora es una gran influencia en la fotografía digital.
Cuando las agencias de noticias empezaron a enviar fotografías por cables de telégrafo (telefotografía), enviaban las tres copias de una misma foto descompuestas a través de filtros de tres colores: cian, magenta y amarillo. Estas tres imágenes llegaban a las manos de los clientes, quienes reproducían las tres fotos en un mismo lugar para conseguir la captura a color.
Según informa la BBC, la agencia AP utilizó este método hasta finales de la década de 1980. Incluso cuando la trasmisión de fotos de forma digital reemplazó a los cables, las fotografías seguían siendo enviadas descompuestas en tres imágenes con los diferentes colores para que el cliente las superponga y reconstruya así la toma original.
LEGADO DE LA TRICROMÍA DE COLORES
En la actualidad, toda imagen impresa de alta calidad se forma a través de la superposición de los tres colores que se estandarizaron con la telefotografía. Sin embargo, una imagen en escala de grises se ha agregado para mejorar la calidad de las luces y sombras de las fotografías.
Curiosamente, es en la fotografía digital que se recuerda con más intensidad la hazaña de hace 150 años. Los sensores de las cámaras, los cuales han reemplazado a los rollos fotográficos, capturan la luz separándola en los tres colores de los filtros de Thomas Sutton: rojo, verde y azul.
Por esto, cada vez que tome una fotografía a color con su cámara digital, estará rindiendo un tributo inconsciente a la innovación que consiguió un fotógrafo bajo las órdenes de un físico matemático en 1861.
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